Yamas y Niyamas: Principios básicos de la práctica espiritual

Sadhana es la práctica espiritual, esta práctica debe realizarse de una manera constante, con auto disciplina para que nos lleve a realizar la verdadera naturaleza de nuestra mente, que en su última esencia es luminosa y vacía.

Patanjali, gran sabio yogui, nos describe en el segundo libro de los Yoga Sutras: Sadhana Pada, como debemos realizar la práctica espiritual, cuales son los medios hábiles y las cualidades necesarias para transformar la mente de una forma efectiva y gradual de un estado de ignorancia y distracción a uno de sabiduría y atención plena.

En el Sutra II,1 dice:

तपः स्वाध्याय ईश्वरप्रणिधानानि

Tapaḥ svādhyāya īśvarapraṇidhānāni kriyāyogaḥ

“El Yoga de la acción purifica cuerpo, mente y energía, estudia las escrituras sagradas y a uno mismo para entregarse a Dios con total devoción”. Este Kriya Yoga o Yoga de la acción, nos ofrece las disciplinas prácticas necesarias para empezar nuestra práctica compuesta por los ocho miembros o ramas del yoga (Ashtanga Yoga)

A partir del II. 29,  Patañjali indica cuales son los miembros del yoga y su descripción detallada:

यम नियम आसन प्रानयाम प्रत्याहार धारण ध्यान समाधयः अष्टौ अन्गानि

yama niyama āsana prānayāma pratyāhāra dhāraṇa dhyāna samādhayaḥ aṣṭavangāni

Los ocho miembros o ramas del yoga son nuestra actitud hacia nuestro entorno (yama), nuestra actitud hacia nosotros mismos (niyama), la práctica de posturas (asana), la regulación de la respiración para expandir la energía vital (pranayama), la interiorización de los sentidos (pratyahara), la concentración (Dharana), la meditación (Dhyana) y, por último, el logro supremo, la completa fusión con Dios o con el universo (Samadhi).

Los pilares, la base, los cimientos del Yoga para llegar al logro o fruto del Samadhi son los Yamas y Niyamas, que son sin duda, lo más importante, lo que le da un poderoso sustento al practicante y lo conecta con la Armonía de las leyes del universo.

YAMA (Abstenciones, lo que hay que evitar):

- Ahimsa.- No violencia, paz, respeto a la vida, amabilidad. No desear herir en palabra, pensamiento u obra a ningún ser viviente. Cuanto más considerado sea uno, más sentimientos amigables inspirará entre quienes estén en su presencia. Armonía con la ley del Respeto.

- Satya.- No mentir, sinceridad, honestidad. Quien muestra un alto grado de comunicación correcta, no fallará en sus acciones. Armonía con la ley de la Verdad.

- Asteya.- No robar. Reconocer que la fuente de la abundancia está dentro. Confiar en el poder de nuestra capacidad. Quien no codicia lo que le pertenece a los demás tiene la confianza de todos y todos confían en él. Armonía con la ley de la Generosidad.

- Bramacharya.- Moderación. Uso consciente la energía sexual. La moderación produce una alta vitalidad. Demasiado de algo bueno puede llegar a ser malo, muy poco puede ser inadecuado. Armonía con la ley del Camino Medio.

- Aparigraha.- No acumular, ni ambicionar. Desapego. Cuanto más tenemos, más surge la preocupación y el miedo de perderlo. Armonía con la ley del Altruismo.

NIYAMA (Preceptos individuales, lo que hay que hacer):

- Saucha.- Limpieza. Purificación física, mental y emocional. Cuando se desarrolla la limpieza interna, la preocupación y el apego a las cosas externas se reducen. Armonía con la ley de la Salud.

- Santosha.- Contentamiento, satisfacción. Aceptar y disfrutar las cosas tal y como son. La felicidad es un estado natural del ser, que irradia desde lo interno. Armonía con la ley de Alegría.

- Tapas.- Auto-disciplina, Austeridad. No ver dificultades, sino oportunidades para solventar y poder conseguir la iluminación para beneficiar a muchos seres. También implica aprender a ver nuestros defectos y escoger cambiarlos. Armonía con la ley del Esfuerzo Gozoso.

- Svadhyaya.- Autoconocimiento o auto-estudio de uno mismo y de las escrituras sagradas. Cuando más entendemos nuestras debilidades y fortalezas, más comprensión y conciencia adquirimos. Armonía con la ley del Conocimiento Profundo.

- Ishvara Pranidana.- Devoción y entrega a Dios. Querer estar en unión con la verdad. La devoción nos aporta confianza y nos permite dirigir nuestra mente hacia cualquier objeto con sabiduría. Armonía con el servicio de la ley a un Plan Superior.

Es decir, que la verdadera evolución espiritual, se dará no sólo por la práctica de asanas (posturas), las cuales aportan salud y excelentes beneficios a las personas, sino que la verdadera esencia comienza sólo cuando nos movemos muy firme y consecuentemente al compás de las reglas de estos Yamas y Niyamas. Entendemos que no es simplemente una afirmación dogmática o arbitraria, sino que se basa en la correcta comprensión de la importancia de los preceptos éticos y morales a la luz de la ley de resonancia, es decir, que todo lo que lo que resuena en nosotros mediante el cumplimiento de estas normas, será atraído a nuestras vidas de manera inevitable.