LOS PILARES DEL YOGA: ABHYASA Y VAIRAGYA, PRÁCTICA Y DESAPEGO

¿Como podemos conseguir el estado de Yoga y parar las fluctuaciones de la mente (vrittis), esa corriente constante de pensamientos? Patanjali dice en el sutra 1.12:

ABHYĀSAVAIRĀGYĀBHYĀM TANNIRODHAH: EL FLUJO DE PENSAMIENTOS SE CALMA A TRAVÉS DE LA PRÁCTICA (ABHYASA) Y EL DESAPEGO (VAIRAGYA).

Abhyasa: Práctica intensa y constante.

Vairagya: Desapego, no desear, neutralidad ante todo lo que nos crea apego o rechazo, ecuanimidad.

Tan: Esos, a traves de (los vrittis).

Nirodhah: Calma, supresión, disolución.

Una manera sencilla de empezar a practicar es sentarse a diario en silencio y reflexionar, discernir y discriminar o eliminar los pensamientos que nos alejan de un estado de tranquilidad, calma, paz y serenidad. Debemos ser conscientes de nuestros hábitos, pensamientos y acciones negativas, para cultivar con tesón y perseverancia las acciones positivas que incrementan nuestro entusiasmo y vitalidad. 

Un maestro instruía habitualmente a sus alumnos e insistía en la necesidad de cultivar el desapego y la ecuanimidad ante todos los fenómenos por igual. Un día falleció uno de sus seres más queridos y el maestro lloraba con tanta intensidad que todo su cuerpo quedaba bañado por sus lagrimas, al verle sus alumnos le dijerón: "Maestro, toda la vida hablando del desapego y ahora te vemos sufriendo por la perdida de un ser querido", a lo que el maestro respondió : "No sufro porque esté llorando, está en la naturaleza de mis ojos llorar, en la de mis pulmones respirar y en la de mis oídos escuchar, pero yo no soy ni mis ojos, ni mis lagrimas y no tiene sentido que vaya en contra de la naturaleza de mis ojos. Yo soy la eterna e imperturbable paz interior, la conciencia pura, la luminosidad innata que observa todos los fenómenos".

El desapego no tiene nada que ver con la falta de sensibilidad o la anestesia emocional, quien vive con ecuanimidad sabe mantener la calma ante una situación dolorosa y puede disolver el drama emocional en su verdadera naturaleza vacía y luminosa.

Cuantos más deseos tengamos, mayor será el sufrimiento, a medida que los disolvamos, mayor será el gozo y la felicidad.

Namaste