MEDITACIÓN DE LA COMPASIÓN: TONG LEN, DAR Y RECIBIR



La meditación de la compasión tong len es una de las más practicadas en el budismo tibetano, literalmente significa "dar y recibir". La práctica es parte constitutiva de lo que hace a un bodhisattva en el budismo mahayana y enseña "a desarrollar una actitud psicológica de intercambiarse por los otros", este es el heroico orgullo del sendero del bodhisattva, en el que se asume tomar el dolor y el sufrimiento de los demás para purificarlo y transformarlo en el interior y reenviarlo como luz y felicidad. Esto es posible, porque un bodhisattva ha descubierto su propia insustancialidad, la verdadera naturaleza luminosa y vacía de todos los fenómenos.

Respecto a esta técnica, el Dalai Lama explica: "Ya sea que esta meditación realmente ayude a los demás o no, de cualquier manera me da paz mental. Así puedo ser más efectivo, entonces el beneficio es enorme"

La técnica es tan sencilla como concentrarte en el poder compasivo y de Amor incondicional de tu corazón sintiendo como el centro de tu pecho es como un sol que irradia luz en todas direcciones, puedes visualizar o imaginar a algún ser o seres que están sufriendo por cualquier razón a los que quieres ayudar. Al  inhalar visualiza el sufrimiento del otro y al exhalar, visualiza toda la bondad que uno posee saliendo de tus fosas nasales como rayos de luz para aliviar, sanar y beneficiar a ese ser o infinitos seres, transformando el sufrimiento en felicidad, la enfermedad en salud, la oscuridad en Luz.

Esta práctica disuelve la aparente dualidad del sí mismo y del otro, y la resistencia que todos sentimos de tomar el estado de otra persona verdaderamente en nuestro corazón.

Es una mezcla del método (la compasión) con la sabiduría (la vacuidad), siendo una práctica muy sencilla, que tiene cierta dimensión tántrica, que nos conduce a alimentar la semilla de liberación que hay en nuestro interior y la cual es excelente para cultivar la conquista del estado de realización o  Samadhi.

Todas las prácticas del mahayana mezclan continuamente la sabiduría y la compasión. La sabiduría deshace la solidez de nuestra rígida versión conceptual de nosotros mismos y de los demás. La compasión es el flujo apropiado, natural e inteligente de este proceso de deshacer la solidez. Una vez que uno deja de sentirse como separado de los demás, es natural sentir simpatía por el sufrimiento de los demás y un deseo innato de ayudarlos.

Cuando uno mismo está enfermo, puede aplicar esta técnica pensando que todo el sufrimiento de los seres que están sufriendo lo que tú estás sufriendo, venga a ti y sea aliviado. 

Los resultados son fáciles de ver porque al enfocarnos en el sufrimiento de los demás dejamos de atender a nuestro propio sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.